De nuevo... la cuenta regresiva

Otra vez, "ya no mi hallo, mi voy pa' mi pueblo".
Bueno, quizá no a mi pueblo o, quizá sí, pero sólo de visita para ver a mi ladillosa familia.

El caso es que estoy a punto de dejar atrás otra etapa en mi vida, fin de otro capítulo que me duró lo mismo que un embarazo. Ahora estoy en la etapa brutal del post parto, la diferencia es que, lamentablemente no me quedaré con este "bebé" y estoy por darlo en adopción. Aún no conozco al padre adoptivo que siga arruyádolo en sus brazos y que le revise sus hojitas cada viernes para ver que salió bien, pero estoy segura de que quien sea, estará calificado para verlo con el mismo o con más cariño del que yo lo vi.

Pero ya no me queda más que decirle a este "bebé": no eres tú... y tampoco soy yo, pero las circunstancias no son las mejores, así que ha llegado el momento de que cada uno siga su camino.

Extrañaré el jardincito que se ve por la ventana, recordaré muy seguido a algunos de los miembros de esta familia tan rotativa, los bamboo de la ventana de arriba. Extrañaré la computadora mac que me enseñó cosas que yo no sabía y que, por alguna razón, quiso marcar su entrada en mi vida publicándome un post en color naranja que nunca pude corregir.
No extrañaré los dolores de espalda que me ocasiona esta silla maldita. Extrañaré los monitos y mi ratonil figura en el pizarrón. Ni modo.

Me voy de la mejor manera y estoy contenta, tranquila y sé que es lo mejor.
Sólo me queda decir, gracias a algunos, a la burguer con otros y, hasta siempre con los demás.