Sintiendo demasiado

Oyendo tus pasiones, bendiciendo tus silencios.
Perdiendo la cordura dentro de un mar de oscuridad.
Perdiendo la coherencia ante una desencadenada fantasía
de amores, frente a un amor especial.

Trato de calmar el dolor de mi temor, el temblor en mis manos,
las estrellas en mis ojos, el ardor en mi corazón; estoy tan confundida.

Tengo miedo.
Tengo frío por fuera, tengo fuego por dentro.
En esta noche, la claridad de mis ideas se encuentra nublada por reacciones animales totalmente irracionales y decadentes.


Mi cuerpo está fuera de control.
¿Cómo saber que una frase podría alterarme tanto?
¿Cómo imaginar que un poema pudiera hacerme llegar al llanto?
¿Qué fuerza cósmica ha venido esta noche a habitar en mi interior?

Mi mente gira, mis ideas vagan, mi corazón tiembla, mis dedos bailan sobre el papel sin un real motivo al parecer; sin embargo, mi pluma aún vibra, mi alma jadea.
Tú, tan lejos y tan peligrosamente cerca, alojado en mis sentidos.

Creo sentir tu respiración sobre mis hombros, tu mirada clavada en mi ser, tus manos próximas a tocarme y yo, sin poder alejarme.

Ya no distingo entre sentimiento y sensación.
Tu respiración en mis hombros, mi respiración extraviada.
Siento que mi corazón explota en una confusa armonía de razones que no entiendo.

Tengo miedo; mientras mis ojos lloran mi alma goza. Mientras mis piernas tiemblan mi ente ama la extraña sensación que viene después de tus palabras.

Sentimientos intensos, demasiado, demasiado por una noche.
Estoy expuesta como nunca antes, alguien dijo algo, algo que no razono.
Algo, que sólo creo.

Demasiado, demasiado por una noche.