graysun

Existen criaturas nocturnas cuya inspiración sólo se ve iluminada por la noche. Estos seres buscan la luz bajo el cuerpo celeste más grande en el cielo cuando su musa les comunica el "sin sentido". Se resguardan entre las sombras y se iluminan con el "Sol Gris".

viernes, agosto 04, 2006

Apocalipsis ahora

Me tardé en escribir acerca de lo sucedido antier en la ciudad de México, los que vivimos en el defectuoso, sabemos perfectamente de lo que hablamos pues vivimos un pequeño Apocalipsis en las colonias Roma, Narvarte, Del Valle, Condesa y aledañas.

Alguna maldición gitana nos cayó y durante más de una hora estuvimos inmersos en un huracán, (digo huracán literalmente hablando) que paseó por estas colonias arrazando con las copas de los árboles y lanzando granizos casi del mismo tamaño de una pelota de golf. ¡No exagero!

Yo estaba en la calle antes de que iniciara la tormenta, entré a metro Zapata a las 8:25 pm. y cuando salí en Eugenia, 1o minutos más tarde, ante mis maravillados ojos, un remolino de agua y hojas desfilaba por media avenida Cuauhtémoc. Tuve dos opciones, correr a casa de mi mamá a una cuadra o tomar la micro que me lleva a la oficina que era el destino que yo buscaba. De pronto, vi venir la micro y decidí correr hacia ella pasando por la orilla de las casas. El agua me golpeaba de frente y pronto, algo más me golpeó también. Un impacto agudo, silvante y punzo cortante bajo mi ojo derecho detuvo mi camino y me hizo retroceder. ¡Una rama me atacó la cara! apenas me dejó un arañón bajo el ojo (afortunadamente), un poco más arriba y tendría problemas fuertes. En la micro una mujer hablaba por celular con alguien que le decía que estaba atrapado por el granizo y ella no le creía. Al llegar a la oficina, nadie se percató de la fina marca de sangre en mi pómulo, y al poco recibimos la llamada de VM quien se decía atrapado por rocas de hielo del tamaño de sus ojos y su coche estaba inundado. La verdad creí que era un pretexto para tardarse más; sin embargo, cuando llegó a la ofna. y me pidió que le bajara un trapo o algo y fui testigo de cómo hacía cucharita los tapetes de plástico de su coche para evacuar el agua, tuve que aguantarme la risa. ¡El piso de su coche se inundó cerca de 4 centímetros!

Mucha gente sufrió las calamidades de este hielo y viento maldito, mi coche se congeló y se le reventaron, al parecer, algunas mangueras. El patio de la casa se hizo pomada, el granizo cubrió mi lavadero y mis gatos no podían creerlo.

Y a ustedes, ¿cómo les fue de Apocalipsis?