Dios los hace y ellos trabajan en esta empresa.
Creo que la única forma de no volverse loco tras ocho horas de encierro diarias es convivir con gente que te hace recordar que es mejor loco conocido que...
Yo.- ¡Qué bonito ese suéter tuyo Juan! ¿Es de lana?
Juan.- ¡Uy! ¡vaya que sí, me salió muy caro!
Yo.-...
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(música de fondo: chunchururun ta ta tata..)
Eck.- ¿Sabes qué? Cuando yo era niño creía que cuando el ayudante de un organillero pasaba la gorra y recogía monedas estaba haciendo una "vaquita". Y el que adivinara qué canción era la que estaba sonando se llevaba todo. Yo nunca he adivinado ninguna.
Yo.-... provecho...
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Y.- ¿Ya se alivió "Ad" verdad?
Juan.- No creo.
Y.- Pues yo ya la veo muy bien.
Juan.- Pero con lo poquito que mide es imposible saberlo.
Y.- ¿Qué tiene que ver?
Juan.- Pues que por más que quiera, el doctor nunca va a poder darla de alta.(Juas, juas, juas)
4 Comments:
Jajajaja, muy buenos ejemplos...
Pero conste que no has puesto los más densos y oscuros recovecos de las almas que nos rodean.
Ah, claro, ahora que vuelvo a leer tus palabras entiendo que a lo que te refieres... Creo que la que necesita un poco de sol soy yo...
amé lo del suéter de lana, jajaj, qué risa.
A mí se me hace que "Juan" es una vocecita que tiene Cher en la cabeza, qué no ven que está medio loquita?
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