El amor no existe

El amor no existe, es sólo un pensamiento egoísta.

Es sólo una disfunción cardiaca producida por la química entre dos personas.

Es una ilusión olfativa provocada por hormonas perfumadas que penetran por los poros y nublan el raciocinio.

Es una droga que penetra por la piel provocando un cosquilleo bajo la dermis y un calorcito reconfortante que nos hace creer que somos otra persona.

Es un orden de sonidos bizarros que marean la razón alimentando la necesidad del ego de sentirse querido.

Un estado de ánimo, una decisión individual que puede tomarse en pareja y aceptarse con convención social.
Es un estado amnésico de la realidad.
Es un sentimiento de paz eufórica divina que no puede ser creada, sólo creída.

Nadie pudo haber fabricado algo así.

No existe alguien que pudiera haber pensado en crear algo tan grande como para invadir una vida entera y que viniera en una dosis tan pequeña que pudiera ser ingerida inadvertidamente.

Nadie podría ser tan sádico como para crear un veneno que bloquee los sentidos y ciegue la razón con sensaciones tan mágicas que creen amnesia del mundo real y bloqueo de todas las desventuras.

Nadie podría permitirlo para después quitarlo dejando dos vidas vacías, siempre una más que la otra.

Nadie se involucraría concientemente en un embriagamiento poseedor de una resaca tan espesa.

Nadie que lo experimentara una vez se expondría ni estaría dispuesto a hacerlo de nuevo.

Tendría que estar loco, tendría que vivir muy poco para no sufrir tanto.

Tendría que ser un romántico suicida, un masoquista ambicioso. Un amante del momento, un coleccionista de consecuencias.

Un vicioso del sudor frío y las mariposas en el vientre.

Debería vestirse con su piel y defenderse con sus labios, amar desde el aire y asirse a él tan sólo con sus manos.
Habría de volar con la mente y recitar con sus lágrimas.
Debería morir diariamente y reinventarse día con día.

El amor no es un sentimiento, es una invención, un cruel juego entre corazones desencadenados que aburridos buscan distracción.

El amor no existe, eso digo yo.
Lo que estoy sintiendo no lo siento, lo que creo no lo creo y, esto que aquí escribo, no lo estoy escribiendo yo.