Deseo que te explote el corazón

Anoche dejé de pensar y, finalmente, pude ver todo con claridad.
No sé cómo, no sé por qué, pero todo fue tan definitivo que no pude evitar que el rompecabezas tomara forma ante mis ojos.

Cuando cayó la última pieza, un dolor ahogado en el pecho hizo que me zumbaran los oídos y, de prnto, escuché algo parecido a un estallido. Un cohete explotó al mismo tiempo que algo en mi interior.

Mi corazón había reventado y me dolía tanto que me puse a llorar. Cada vez que cerraba los ojos podía verlo ahí adentro totalmente destrozado con algunas partes necrosas, desamparado y ardía.

Lloré por él, lloré por mí, lloré por todos los secretos en el mundo que nos lastiman. Lloré por la gente de buen corazón que, cuando falla, se defiende a mordidas.

Temí que hoy por la mañana los rayos de sol quemaran sus frágiles pedacitos, así que saqué todo lo muerto e irremediablemente perdido y lo separé de los tejidos que, aunque estuvieran lastimados, siguieran vivos y... los uní.

¡Sucedió algo maravilloso! Me quedó un corazón amoratado, mal pegado y amorfo; pero sin dudas, sin rencores y sin odio. Quizá esas partes que quité ya estaban muertas desde antes de la explosión y eso era lo que me hacía sentir tan enojada.

Sé que ahora es frágil, diferente y mal hecho, pero yo lo quiero más que nunca y sé que con todo mi amor, sanará.

Todo pasa por algo. Hasta el explotar de un corazón.