Para aquellos que me preguntan el "por qué" de mi salida de la chamba, les haré un simil para que comprendan mi situación, pues he descubierto que las relaciones laborales y las amorosas se parecen mucho.
Imaginense que:
Yo viví una relación con alguien durante 5 bonitos años, de los cuales, el último ya no fue tan bonito. La relación se volvió complicada, neurótica y se acabaron las buenas intenciones y los bonitos detalles; así que decidimos cortar. Una relación en la que los dos tuvimos muy claro que no regresaríamos jamás, pero quedamos como muy buenos amigos que pueden saludarse en la calle y comer juntos de vez en cuando.
Después de esa relación tan larga y llena de vicios, yo no quise volver a tener una relación seria, por lo menos durante un buen rato y me empecé a hacer de algunos "frees" a los que, por no estar acostumbrada, tampoco disfruté ni saqué provecho.
De pronto, de la nada llega otro candidado que quiere bajarme el Sol, la Luna y las estrellas y a decirme que soy lo que siempre soñó, que quiere todo connmigo y que yo pongo las reglas, pero que le diga que sí ¡pero ya! y que, incluso tendré la libertad de salir con otras personas, si eso me hace feliz.
Yo, con algunas dudas, acepto. Me alejo de mis frees para darle todo a la relación que empieza, pero a los 2 ó 3 meses, descubro que... ¡es terriblemente celoso!
Él.- "¿A dónde vas?, ¿con quién?, ¿a qué hora regresas?, ¿con quien hablas?, ¿cuánto tiempo hablaste?, ¿ya te vas?, ¿en quién estabas pensando? ¡¡¡yo te necesito aquí!!!"
Yo.- ¡¡¡AAAAAAAAAAAAA!!! Basta, me largo, esto se acabó. Esto no es lo que me prometiste.
Pero claro, soy mujer, y como buena mujer, siempre me creo el: "Perdona, no fue mi intención, ¡puedo cambiar! ¡¡JURO QUE CAMBIARÉEEEEE!!!
Y, bueno, los pleitos disminuyeron mucho, pero, a los casi 9 meses:
Él.- "Creo que es momento de llevar nuestra relación a otro nivel" Anillito de compromiso= Ascenso. Piénsalo.
Hice mi evaluación y me dije, esto puede ser muy bueno, pero necesito garantía$$$. Lo que me da actualmente es muy poco.
Yo.- Ok, acepto pero, sin peitos, sin bla, bla, bla y con mi$ ga$to$. Porque si quieres que deje de trabajar en lo demás para siempre, me vas a tener que mantener.
Él.- Todos de acuerdo, perfecto, maravilloso y muy justo, sólo hay que afinar algunos detalles y ya está. ¡Habrá boda! Regresando de puente de Semana santa ponemos cartas sobre la mesa.
Pero no hubieron cartas. Hubieron mensajes de teléfono (de buenas fuentes) que me avisaron que lo habían visto con otra, y no sólo eso, que se declaraba soltero y en busca del amor.
¡Me pusieron en cuerno en mi propio trabajo! Y claro, me largué. ¡¿Qué esperaban?! Aunque alegó que no era lo que yo pensaba, acabó diciendo que era ¡¡¡por si yo lo mandaba al cuerno!!!
Qué tontería, pero bueno, clásico, te valoran hasta que son tu "EX".
En fin, ojo por ojo y cuerno por cuerno.
