graysun

Existen criaturas nocturnas cuya inspiración sólo se ve iluminada por la noche. Estos seres buscan la luz bajo el cuerpo celeste más grande en el cielo cuando su musa les comunica el "sin sentido". Se resguardan entre las sombras y se iluminan con el "Sol Gris".

lunes, abril 13, 2009

Carta de un pequeño bengalí

Encontré una casa nueva.

Aquí tengo amigos humanos que me abrazan, acarician, juegan y se ríen de las cosas que aprendo todos los días. Además hay otros dos como yo, uno grandotote que me enseña a jugar y a luchar y todo lo que se puede hacer en la casa, además me deja dormir pegadito a él para que no me dé frío. La otra que es como yo, es enojona pero me cuida y ya empieza a jugar conmigo también.

Si algún día encuentras esta cartita en Internet, quiero que sepas que la escribí para que ya no estés triste por mí, ni te sientas culpable por haber dejado la ventana abierta o por haberme cortado los bigotes. Tengo que admitir que al principio tuve miedo, no sabía hacia dónde ir o cómo volver a encontrarte. Corrí y corrí durante lunas y soles, pero encontré comida en las esquinas de algunas calles y aunque me dolía la pancita, traté de comer bien, ya sabes que soy muy tragón. Justo cuando me cansé de correr, alguien me levantó y me abrazó con mucho cuidado.

En dos semanas me han pasado muchas cosas en esta nueva casa, me bañaron, eso se sintió muy raro, me dan comidita rica y unas pastillitas que me han quitado el dolor de pancita. ¡Ah! ¿Qué crees? Se me cayeron toooodos los dientes y me salieron unos nuevos, pero los colmillos viejos todavía los tengo, aunque dicen que también se me van a caer. Me regañan cuando mastico papeles y cables, y como tú, tampoco me dejan rascar los muebles, pero me dejan dormir en las camas.

La verdad estoy contento, me siento tranquilo.
Pero como ves, te recuerdo todavía y como no sé si te volveré a ver o si me reconocerías -porque estoy creciendo rapidísimo-, quise dejarte una cartita para que no te preocupes por mí, no quiero que estés triste.

Algunos otros humanos que han venido a conocerme dicen que también son mis amigos y que tengo mucha suerte, todos me respetan, ya no tengo miedo, me siento feliz por dentro, siento de esas felicidades que salen en forma de ronrroneo y ronrronero todo el día.

Gracias por cuidarme mis primeros meses de vida y disculpa si te desesperé con mis travesuras, pero ya no te preocupes, creo que ahora me quedaré aquí, tienen juguetes y comida suficientes.
Ahora quiero que tú estés feliz y si un día volvemos a encontrarnos verás qué bonito se me ha puesto el pelo y podré presumirte mis bigotes que ya están creciendo y tú podrás decirme qué pasó contigo. Nos oleremos en el camino, espero me reconozcas, yo no creo olvidarte.

Gracias, y ¡hasta siempre!

Titus (Así me llaman ahora, ¿lujoso, no?)