Un grito de libertad

Respirar el aire de la tranquilidad, ser libre.
Y el ser libre no está tan distante de nuestro entendimiento como se puede llegar a creer.

La libertad comienza al poder imaginar.
Ir lejos y llegar a un lugar que nunca soñamos en visitar.

Un sitio inventado por nuestro ser
y por la misma necesidad de creer que existe un lugar para crecer sin maldad.

Sin prisiones y sabiendo hasta dónde puedes llegar sabiendo que quieres hacerlo.

Una meta por alcanzar y un método para lograr una libertad incondicional donde se pede llevar una vida a la par sin el miedo de pasar más allá de lo que quieras y debas llegar.

Un lugar para permitirte ser lo que se te antoje ser.
Y una vez lograda esa imagen, hacerla real, tanto que puedas abrazarla.

Siendo libre, siendo tú, sin el miedo de fallar y fallarte.
Viviendo con coraje para mantener tu mundo así, máximo, pleno.

Un lugar donde se pueda escuchar un grito de libertad.

La huida

Tomar mis cosas y emprender la huída.
Armarme de valor y hacer realidad un sueño.
Sí, eso me gustaría hacer.

Poder poner en una bolsa todos mis miedos, mis dudas, mis sufrimientos y mis errores.
Comenzar otra vez para llenar muchas más de mis bendiciones y mis anhelos, mis certezas y mis alegrías, mis ilusiones con mis oraciones y emprender la huida. Dejar atrás todo aquello que me lo impide y asfixia.

Llegar muy lejos sacando partido de mi equipaje, poner en práctica mis vivencias al analizar mis desencuentros y convertirlos a experiencias, enfrentando mis miedos para convertirlos a valores.
Buscar respuestas para aclarar mis dudas.

Y una vez logrado mi objetivo y haberme encontrado con mi propia madurez, volver a casa y sonreír otra vez.

Huir de mi “yo” y encontrarme conmigo misma. Libre de prejuicios y cobardía, llena de satisfacciones, cariños y alegría; por eso… por eso quiero emprender la huida.

Morir por una noche

Quisiera morir por una noche,
Salir corriendo sin mirar atrás
y perderme más allá del tiempo y la distancia,
más que el espacio.

Quisiera morir por una noche,
Salir volando y sin cuentas que entregar,
irme muy lejos y jamás regresar.

Quisiera morir.
Y así, comenzar a vivir,
poco a poco descubrir un nuevo motivo para existir,
volver a la vida y jamás morir.

Morir, vivir, ¿cuál es la diferencia?
Si la vida es muerte
y la muerte es el principio de la vida.


Morir por una noche o vivir toda la eternidad.
Morir por una noche, un instante nada más.


Un momento de vida, otro de ilusión;
uno de vida completa, otro de muerte absoluta.


¿Para qué vivir si sólo se es dueño permanente de la muerte
y la muerte te la da quien te dio la vida?

¿Cómo saber si se está vivo o se está muerto?
¿Cómo saber si se vive, cómo saber si se muere?

¿Cómo saber si se está viviendo plenamente
o muriendo poco a poco?

Morir por una noche… ¿para qué?
Para así saber lo que es vivir toda una eternidad.

ENFRAPOS

Existen muchas formas de contar una vida.
Puede empezarse desde el día en que se nació, pero eso no sería suficiente. La historia de una persona se ve directamente afectada por los sucesos que ocurren antes de su concepción así que no comienza cuando aparece en la faz de la tierra. Es una consecuencia de una historia anterior y un previo a una cadena de consecuencias.
La vida de una persona se debe contar, a partir de que ésta siente lo que es vivir.

Yo no soy poeta, sólo capturo frases que golpean en mi cabeza y los escribo a manera de ensayos.

Este es el resultado, mi vida contada en ENFRAPOS

(Cada uno de los siguientes textos está protegido por derechos de autor, cualquier plagio, reproducción parcial o total de ellos con fines de lucro será castigada) Bienvenido a un registro que empezó hace once años, y así comenzó...