graysun

Existen criaturas nocturnas cuya inspiración sólo se ve iluminada por la noche. Estos seres buscan la luz bajo el cuerpo celeste más grande en el cielo cuando su musa les comunica el "sin sentido". Se resguardan entre las sombras y se iluminan con el "Sol Gris".

martes, enero 25, 2005

Y no quieren que me enoje

Me voy a ahorrar el discurso, especialmente porque alguien que comparte mi pena ya lo plasmó.

Consulten www.bosquedelenigma.blogspot.com
y diganme si ustedes no pegarían un salto de su asiento.

jueves, enero 20, 2005

Las últimas de esta oficina

Dentro de todo y mi situación anímica, todavía hay cosas en este lugar que me pueden hacer reír:


Fer.- Mira lo que me encontré.

Yo.- ¡Orale! qué clavote. Se le debió haber salido a Art. está re - loco.

Fer.- No creo, este no me lo encontré en el baño.


_________________________________________________________


A.- ¿Alguien se sabe una oración para la virgen de Zapopan?

Todos.- ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿??????????

Art.- ¿Qué ya te vas a volver católica?

A.- No. Es que Leslie me pidió localizar una colección de libros única que se editó en 1999 en Zapopan Jalisco. No la hay por ningún lado así que como no localice a la mentada virgen, ya mejor voy perdiendo las esperanzas.


lunes, enero 17, 2005

Qué desmotivación

Pero creo que es más que obvio. Ni siquiera me había dado cuenta de cuánto tiempo pasó desde mi último post.

Qué mal, qué triste sentimiento. Estoy como perdida en mi propio espacio.

Me siento sola aun cuando estoy con gente y eso me hace perder el sentido del tiempo. Estoy convencida de que necesito que pase algo "malo" para que destape lo bueno que se aproxima.

Soy mala para esperar. Tendré que ser yo quien haga algo malo, si es que de verdad quiero algo bueno.

domingo, enero 02, 2005

2004 Un año de hechos y realidades contra trancazos y sentimientos

Este ha sido un año en que he aprendido mucho. Por suerte, a diferencia de otras veces, no es el hecho de que este año viniera cargado de elementos nuevos, sino que, tuve una gran ventaja con respecto a los otros años. Tuve los ojos y el corazón muy abiertos. Y funcionó.
En orden meramente cronológico les contaré lo que aprendí durante el 2004.
Para empezar, que un año nuevo no trae consigo una vida nueva. La vida es la misma y es decisión de uno mismo el mejorarla o cambiarle el rumbo.
Aprendí que...
Nada es mío, lo que tengo sólo me sirve si puedo compartirlo con la gente que quiero.
El amor es un conjunto de éxitos y fracasos; todos ellos resultado de esfuerzos, acuerdos y fuerza. Y que el orgullo, el egoísmo, la flojera y el silencio pueden ser grandes destructores.
Las fiestas son para celebrarse, no para sufrirse.
Un buen amigo no te solapa, te presiona para que luches por lo que quieres aún cuando esto signifique desvelarse toda la noche para hacerte entrar en razón arriesgándose a que lo mandes al demonio. O llevarte en su coche a buscar una dirección para que reencuentres tu rumbo. Que no tiene empacho en decirte “te necesito” y buscarte para reír en tus brazos o llorar en tu hombro.
La vida de nadie es fácil y que además uno tiende a hacerlo cada vez más difícil.
Casarse no es malo, es sólo una epidemia. Una epidemia de convicciones y corazones alegres y hay que sonreír por eso.
La muerte y el nacimiento se equilibran y cada uno tiene su motivo y su momento.
Se leer, ¡y me gusta!
Debo aprender de mi también y celebrarme como celebro a los demás. Creer en mi. Darme vacaciones y tiempo de decir te quiero sin temor a sonar repetitiva.
Las reconciliaciones existen aunque nunca se especificara el pleito. Que los reencuentros, aún por Internet, se valen.
El color rosa no es tan malo.
Además, de lo que aprendí, también hubieron cosas que recordé...


Recordé que...
Sonreír es un arma poderosísima.
Los recordé a cada uno y a mi también.
Que siempre puedo redescubrirme y cambiar, igual que la gente que conozco, por eso debo seguirle la pista. Todos pueden seguir sorprendiéndome.
Un cachorro no puede dañarme pero sí hacerme el día.
Mi tiempo es mío y mi alegría también, no debo regalarla sino aprovecharla y compartirla.
Siempre hay espacio en casa para uno más, o dos, o tres...
Que debo abrir los ojos en la calle, pues siempre existe la posibilidad de... volverte a ver.