Consejos para el enojo.

Pues bien, es cierto que hombres y mujeres somos diferentes. Podremos tener los mismos derechos y obligaciones muy similares pero, definitivamente, somos diferentes.

Hombres y mujeres nos vemos diferentes, comemos diferente, dormimos diferente, tenemos diferente química, necesitamos diferentes emociones y, sobre todo, ¡nos enojamos diferente!

Los hombres dicen que no hay forma de entender a las mujeres, las mujeres opinamos lo mismo de los hombres, así que voy a dar el primer paso. Aquí van unos "tips" para los hombres que se enfrenten con una mujer enojada.

Frases que NO se deben decir:

1.- ¿Para qué te enojas, qué ganas con enojarte?

¡¿Qué gano?! Obviamente no estoy buscando un premio, me enojo porque me enojo, porque me siento impotente, o herida, o traicionada, o frustrada. ¡Por supuesto que no gano nada, al contrario, estoy enojada porque siento que perdí algo! En todo caso, ¡lo único que gano es que no me reviente el hígado por tragarme el coraje!

2.- Ya ni digas nada, ni siquiera tiene importancia.

¡AAAAAaaah, bueeeeno! Gracias, eres muy amable por sacarme de mi error y hacerme ver que esto que me consume las vísceras son meras invenciones mías pero, con esto que me dices, ya se me pasa, ¡muchas gracias!

3.- Qué bonita te ves cuando te enojas.

¡¿Aaaah, síiii, seguro?! Entonces no te molestará si lo hago seguido, ni me dirás ninguna de las frases anteriores, ni saldrás huyendo cuando me veas como dragón escupe fuego. Al contrario; si me veo tan bonita, como dices, cada vez que me enoje te sentirás más enamorado y atraído hacia mí. Ahora entiendo porqué haces tantas idioteces, ¡por fetiche!

4.- Ay, ya vas a empezar.

¡No, tarado! ¡Estoy a punto de acabar, de acabar con la infinita paciencia que te tengo!

5.- ¿Estás en tus días?

¡Sí, estoy en mis días, en mis días en los que quisiera nunca haberte dado el "sí"!

6.- ¡Tú con tus jetas!

¿Mis jetas? ¿No que me veo muy bonita cuando estoy enojada? ¿En qué quedamos entonces?

En fin, estos son los tips que paso al costo, si algún hombre me hace el favor de pasarme unos tips a mí, lo agradecería infinitamente.

¡Ah, ¿que qué sí se dice?!

Cuando una mujer está enojada, lo que quiere es desahogarse, escuchen, si es necesario, asientan y, al final, ¡actúen en consecuencia a cada caso! pero no, NUNCA, ignoren lo que está pasando.

Gracias.

Tengo...

Tengo una tristeza airada y tonta que me oprime el pecho y sólo me deja sonreír a ratos.

Una tristeza altiva y poco misericordiosa que presume su poder cada que la encuentro en el espejo.

Tengo una tristeza rota y fragmentada que a veces se nota en la mirada y otras se arrastra por el suelo.

Tengo una tristeza impávida y voluble que a veces desaparece a la vista de mis manos y otras huele hasta en mi cabello.

Tengo una tristeza sobervia y absurda. De ti, de mí, del desengaño, de la pérdida, de la duda y del enojo.

Una tristeza residual producto de la impotencia pero, al mismo tiempo dichosa al saber que no hay nada que hacer por ella.

Confío en que un día se vaya transformando en victoria y en buenos recuerdos. En vida y aprendizaje. En depuración y un muy memorable mensaje.

No es cierto que todo lo haga uno solo. La gente sí puede lastimarte, sobre todo cuando la crees incapaz de hacerte daño.

Retrasos... como siempre

Aunque no sea en orden, conforme vaya encontrando mis enfrapos los iré actualizando en el blog. Supongo que más vale tarde que nunca.

Mi vida ha estado muy agitada últimamente, supongo que la de varios lectores pues, adjudico a algún cambio en los astros que muchos estemos pasando por momentos terriblemente confusos y tristes.

Así que, bueno, las noticias buenas son que, los astros me han ayudado a escribir de nuevo... la mala es que con tanta confusión, olvido ponerlos a tiempo en el blog. Pero, ahí voy.

Saludos.