De aquí pa'l real

(Pensamiento impreso/ Desorden de ideas)...En fin que ya terminé de subir a este blog todos los Enfrapos que tenía escritos hasta la fecha. En adelante, los que vengan serán nuevos, nuevecitos de paquete (bueno, los últimos fueron bastante recientes también).

Hay muchas cosas que quiero compartir con los que visitan este blog. Desde lo más banal y risible hasta las últimas consecuencias del lado opuesto.

Seguro los Enfrapos seguirán surgiendo de vez en vez, no me preocupa. Lo chido es que ahora se haga más participativo este espacio, que quien entre tenga ganas de hacer un aporte.

De mucho me sirve leer lo que pienso. Pero prefiero saber qué se piensa de lo que escribo. Hay un mundo fuera de mí, habrá que sonreírle más.

Haciendo tierra

¿Y qué que esté tirada en el suelo?

No es que esté derrotada, es sólo que necesito estar en contacto con la Tierra.

No me sufran, no me mimen. Si no les estorbo, ni siquiera me miren.

Más que otros

Hay días en que siento que te quiero más que otros.

Hay días en los que no puedo dejar de pensar en ti y todo lo que dices me llega hondo, muy hondo.
Lo bueno y lo malo.

Cuando es bueno me regocijo, vuelo, me lo creo todo pero, cuando es malo también.
Entonces, me enojo más, me entristezco más, me muero más.
Siento que todo es frágil y se acaba pronto.

Hay días en que te quiero más que otros y duele.

Porque te extraño, porque me fascinas.

Hay veces que no soporto tus ausencias y tampoco vivir contigo.

Hay días como este, en que te quiero más que otros y, los sufro…y me deprimo.

Hay días que te odio, hay días que no te olvido.

Sígueme la corriente cuando te quiera demasiado, no me coartes, no me hieras.
Deja que se me pase que yo haré lo mismo, sabré frenarme a tiempo los días que te odie.

Dudas de relatividad

No entiendo por qué, teniendo un carácter tan fuerte, tengo un corazón tan débil.

Monstruo

No le digas a la gente que te quiero, sólo le estarías mintiendo. Mejor cuéntales que te uso, que te absorbo en cada minuto de tu vida. Que me como tu espacio, que diluyo tu tiempo.

Que soy un monstruo egoísta lleno de tentáculos y pasatiempos.
Que tengo los ojos grandes y redondos para captar tu figura de pies a cabeza. Que tengo los labios pequeños para que pasen inadvertidos por las comisuras de tu boca, en cada centímetro de tu piel y se escondan en cualquier pliegue de tu cuerpo.

Diles que te uso de inspiración para mis bocetos de proyectos y fantasías.

Di que no te acaricio para que lo disfrutes, lo hago porque mi piel impaciente se regocija al palpar la seda que cubre tu ser.
Cuenta que tengo el pecho pequeño y los brazos muy largos para atraparte en cada abrazo con miedo de asfixiarte.
Diles que soy un monstruo rumiante que mastica una y otra vez lo que dices, lo que piensas, lo que haces.

Grita que te maltrato, que te araño la espalda, que muerdo tus mejillas. Que cubro tu cuerpo en la noche y que enredo mis piernas con las tuyas para evitar que salgas corriendo.
Que te azoto, que te ahogo, que te atrapo, que uso mi voz para penetrarte por los oídos.

Delátame, cuenta que soy un ser sin vida que toma vigor de tu sonrisa y por ello quiero provocarla día con día.

Que es burdo, que es tosco lo que hago, que no siento, que sólo hablo y absorbo tu fragancia.
Di que soy un monstruo encadenado que te lastima y engulle.
Declara que soy imposible, que mi imaginación sabotea mi concentración.
Que soy una fiera, una criatura que cada ciclo lunar sufre transformación.

Di que no te quiero, que no te amo, que no te busco, que no te extraño. Cuéntales que ni siquiera te conozco... total, sólo les estarías mintiendo.

El amor no existe

El amor no existe, es sólo un pensamiento egoísta.

Es sólo una disfunción cardiaca producida por la química entre dos personas.

Es una ilusión olfativa provocada por hormonas perfumadas que penetran por los poros y nublan el raciocinio.

Es una droga que penetra por la piel provocando un cosquilleo bajo la dermis y un calorcito reconfortante que nos hace creer que somos otra persona.

Es un orden de sonidos bizarros que marean la razón alimentando la necesidad del ego de sentirse querido.

Un estado de ánimo, una decisión individual que puede tomarse en pareja y aceptarse con convención social.
Es un estado amnésico de la realidad.
Es un sentimiento de paz eufórica divina que no puede ser creada, sólo creída.

Nadie pudo haber fabricado algo así.

No existe alguien que pudiera haber pensado en crear algo tan grande como para invadir una vida entera y que viniera en una dosis tan pequeña que pudiera ser ingerida inadvertidamente.

Nadie podría ser tan sádico como para crear un veneno que bloquee los sentidos y ciegue la razón con sensaciones tan mágicas que creen amnesia del mundo real y bloqueo de todas las desventuras.

Nadie podría permitirlo para después quitarlo dejando dos vidas vacías, siempre una más que la otra.

Nadie se involucraría concientemente en un embriagamiento poseedor de una resaca tan espesa.

Nadie que lo experimentara una vez se expondría ni estaría dispuesto a hacerlo de nuevo.

Tendría que estar loco, tendría que vivir muy poco para no sufrir tanto.

Tendría que ser un romántico suicida, un masoquista ambicioso. Un amante del momento, un coleccionista de consecuencias.

Un vicioso del sudor frío y las mariposas en el vientre.

Debería vestirse con su piel y defenderse con sus labios, amar desde el aire y asirse a él tan sólo con sus manos.
Habría de volar con la mente y recitar con sus lágrimas.
Debería morir diariamente y reinventarse día con día.

El amor no es un sentimiento, es una invención, un cruel juego entre corazones desencadenados que aburridos buscan distracción.

El amor no existe, eso digo yo.
Lo que estoy sintiendo no lo siento, lo que creo no lo creo y, esto que aquí escribo, no lo estoy escribiendo yo.