graysun

Existen criaturas nocturnas cuya inspiración sólo se ve iluminada por la noche. Estos seres buscan la luz bajo el cuerpo celeste más grande en el cielo cuando su musa les comunica el "sin sentido". Se resguardan entre las sombras y se iluminan con el "Sol Gris".

jueves, junio 17, 2010

Rata que soy, rata de a ratos.

En verdad soy un ratón. Se dice que cada ser humano tiene semejanza con algún animal pero, yo siempre me ofendía cuando alguien me decía que tenía (o tengo) cara de ratón; "¡soy un gato, soy un gato!" me defendí una y otra vez. Sin embargo, en un análisis más minucioso, tengo que aceptar algunos hechos. Soy, al final de cuentas, sólo un ratón aspiracional que, de pronto, parece un gato.
Soy metódica, sí, calculadora y precavida, pequeña, entrometida y hasta cínica pero, sobre todo, soy una acumuladora profesional.

Acumulo ropa, cosas, papeles, recuerdos, frases, libros, películas, amigos, risas, llantos, trabajos, todo... todo, porque estoy segura de que en algún momento, todo me va a servir. No tiro nada hasta estar absolutamente segura de que ya no lo usaré nunca más. Todo lo exprimo hasta la última gota, incluso mi tiempo, mi energía, mi sueño, mi amor, mi llanto, mi flojera, mis letras.

¿Esto me hace egoísta? Quizá no porque trato de compartirlo todo... o casi, mis necesidades casi nunca las comparto, eso no siempre funciona.

¿Entonces me hace obsesiva? Quizá...un poco, o un mucho... depende.

¿Soy una aprovechada? No, creo que sólo soy un roedor que masculla, que prevee, que provee, que se cuela. Una oportunista que sabe cuándo abandonar el barco pero que no sabe desprenderse.

Soy una aprehensiva.

Soy una amiga de siempre, una chica de nunca. Un roedor escurridizo que no ha caído en ninguna trampa mortal. Un ratón de laboratorio difícil de examinar. Un planeador obsesivo de manos pequeñas, oído y olfato muy desarrollados.

Un roedor con aspiraciones de felino.